Por el término medicina alternativa se entiende, de forma amplia y general, a una serie de terapias, métodos, técnicas y prácticas usados en lugar o como complemento de tratamientos médicos convencionales.
El objetivo de las mismas es curar o paliar enfermedades, aunque bien es cierto que el alcance de la medicina alternativa (que engloba a un conjunto de terapias), es objeto de debate desde hace ya algunas décadas.
Esto se complica aún más por la gran diversidad de tratamientos categorizados como “alternativos”, a pesar de que, en la gran mayoría de los casos, se ha demostrado su eficacia, aunque en un futuro nos ocuparemos de este controvertido tema.
Para poder definirla de una forma certera, nos vamos a hacer eco de la definición que, en sí, hace de la medicina alternativa el National Center for Complementary and Alternative Medicine (NCCAM): «conjunto diverso de sistemas, prácticas y productos médicos y atención de la salud que no se considera actualmente parte de la medicina convencional».
Muchos partidarios de la medicina alternativa defienden que las terapias alternativas suelen proporcionar al público aquellos servicios no disponibles en la medicina denominada como convencional.
Además, no habría que olvidar en este punto que muchas de las terapias utilizadas dentro de ésta son técnicas que cuentan con siglos y siglos de uso, por lo que se podría decir que muchas de las medicinas alternativas cuentan con un arraigo y una historia mucho mayor que la medicina de la ciencia.
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